Paredes brancas, junto água, uma paixão e uma obsessão de Dali pela simplicidade de Cadaqués.
Los patios de la mansión daliniana, donde reinan los suntuosos olivos, son una divertida mezcolanza de classicismo mediterrâneo y pasilhos laberrínticos. En ellos la pareja celebraba fiestas y cenas animadissimas, acunadas por los aromas del romero e lavanda.
"Necessito de estar em Portlligat, ver a los marineros, el color de los olivos y del pan, sentir el paisage, com su unción y su paz interiores"
Dali, El Triângulo de L´Empordá
fotografias de Jordi Puig e texto de Sebastià Roig
Dali, El Triângulo de L´Empordá
fotografias de Jordi Puig e texto de Sebastià Roig
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